El público, que repletó el estadio, una vez más mostró respeto y educación, salvo unos pocos que nunca aprenden. Lo único que podría objetar del desempeño global del equipo, seria el exceso de pases en que suelen caer los nuestros, en lugar de recurrir al camino más directo hacia el arco contrario. Ahora vienen desafíos mayores y es preciso considerar que la distancia menor entre dos puntos es la LÍNEA RECTA.
EL TATA LINDO (Un patadura de exportación)